domingo, 1 de julio de 2007

Teologos del mundo TEMBLAD !!!!

Los cimientos mismos de la teologia de todas las religiones estan en peligro. Uno de los pilares de las religiones con mas adeptos del mundo (y la base de la civilizacion occidental) es tambien un debate largo con la ciencia. La evolucion de las especies.
Hasta ahora la inconsistencia de la teoria de la evolucion era el argumento mas fuerte contra ella. Pero se ha encontrado un nuevo eslabon. El eslabon perdido que sin posibilidad de duda acredita la veracidad de la teoria y sin posible contra-argumentacion demuestra que venimos del mono.
Teologos del mundo, D"s se apiade de ustedes. Y de nosotros.









1 comentario:

Adrián Singer dijo...

Son de esas cosas que están frente a la manzana de cualquier Newton pero ningún Torquemada quiere ver. Enhorabuena! Ahora se sabe cómo fueron los inicios de la toma de tenedor en la ingesta de "lechuga", esbozo rupestre de lo que el hombre civilizado luego denominó "ensalada". El "homo letae" colocaba dedos índice y pulgar a los lados del tenedor, conformando un ángulo de 90 grados entre la falange y la falangina, y haciendo contacto con el instrumento únicamente desde el extremo de esos dedos, casi con las garras, que ya delineaban una futura transformación hacia lo que hoy se conoce como "uñas". Otro rasgo característico de este eslabón que nos permite comprender mejor nuestro mundo actual es su alimentación exclusiva de femíneas, aunque en esa época todavía no distinguía entre femíneas "comestibles" y "vomitables": todo iba a parar al inmune estómago del homo letae. Su alimentación fue predecesora de la que caracterizó al "homo samuelroifus", un subeslabón carnívoro depredador, también muy anterior al hombre civilizado. Por último, como científico especializado en letaes (conviví con uno de ellos en una reserva de especies raras durante seis meses), quisiera establecer una discrepancia con la información vertida por Frugoni 1169: en la foto, el homo letae debería haber sido ubicado un cuerpo hacia la izquierda, inmediatamente después del mono chiquito. Nada más.